Hoy me tocó cuidarte y te trajeron a mi casa, te recibí con sueño y me trajeron las pinturas para la carita, así que te convertimos en león:Y nos pusimos a ver el Rey León, pero te aburriste y preferiste ir a rugirle al espejo. Yo entremedio me quedé dormido en el sillón y me viniste a despertar con besitos, para que te preparara la leche con chocolate que te había prometido, vamos a ver si le pones el mismo entusiasmo al almuerzo...

Hace un rato, me preguntaste qué era "ser mal educado" y yo te contestaba mientras por dentro me derretía de ternura por la pregunta. Estamos todos tan babosos por tu forma de descubrir el mundo y de cómo nos preguntas las cosas.