Puchas mi guachita, que te demoras en llegar. mientras tus familiares esperamos el mundo sigue avanzando, y envejecemos, tu toma el camino de la matriz pronto que la espera es amarga.
Hace un par de días me encontré a nuesra abuela en el centro, a sus setenta y tantos años se calló, y hoy está internada en un hospital para que le operen la cadera que se le fracturó por caída pequeña que a su edada es grande, muy grande, porque cada segundo que pasa en su tiempo, son semanas en el tuyo, yo poco a poco pierdo la esperanza en que llegues, pero la recobro por el doble cuando abrazo algún infante, cuando encuentro el mundo pequeño que no tiene problemas, la inocencia encarnada en un cuerpo de menos de seis kilos.
venga mijita, venga para abrazarla.