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Concepción, Miércoles 18 de Enero del 2006

Isabella, sonará absurdo, o quizá extraño, que estas cartas existan antes que tú y vallan dirigidas a tu persona, pero es que simplemente, quería que supieras desde cuanto antes ya te quería yo, y tenía un espacio en mi corazón para ti, mi niña hermosa (o niño, aún no se sabe)
Empezaré contándote quién eres tu, puesto que al ser tan pequeña no sabrás quién eres, en realidad, tu eres mi prima, pero aún tu mamá no está siquiera embarazada de ti, apenas lo esté, comenzará la impaciente espera, por que legues a alumbrar mis días con esa luz perenne que tendrás.
Hay miles de posibilidades, que vengas con enfermedades, que nazcas prematura o inclusive, que nunca llegues a nacer, porque tu mamá tiene 35 años, y un cuerpo muy frágil, pero sabes, siempre existirás en mi corazón, y de ahí nadie te podrá sacar.
La familia a la que vas a llegar está llena de contrastes, diferencias, pero por sobre todas las cosas, muchísimo amor.
Yo, de veras, me olvidé de presentarme, soy tu primo, pero va a parecer que sea tu tío, por la diferencia de edad, y por el trato que tendremos, ya está todo previsto, yo voy a ser tu apoderado en el colegio, y voy a tener la misma relación contigo, que tu mamá tenía conmigo, sabes, creo que debes saber quién es ella (estoy más que seguro que ella te lo dirá, pero déjame jugar ¿¿estamos??).

El de las fotos soy yo, así te imagino, pequeño ángelito.