Han pasado algunos años desde que empecé con esta idea de escribirte y no he tenido la constancia que pensé, siempre pasan cosas pero también pienso en que más que dejarte mensajes guardados he intentado estar en tu vida y estar presente a pesar de haber estado lejos.
Este miércoles es tu último primer día de clases y me ha tenido pensando mucho en el paso del tiempo, en cómo has crecido y en lo orgullose que estoy de ti, del privilegio de poder acompañarnos en esta vida que es tan rara a veces, sobre todo de poder reir y compartir las cosas que nos gustan.
El domingo fuimos donde la nonna y yo me había preocupado de cargar mis audífonos porque he visto que en general prefieres ir escuchando música, pero nunca sacaste los tuyos y nos fuimos conversando, me acordé de cuando te iba a buscar al jardín y te pasaba uno de mis audífonos para que fuéramos compartiendo la música en el camino, me gusta mucho que tengamos una conexión con la música tan importante, celebro mucho que tengas una sed de sonidos y que siempre le des la chance a las canciones que te muestro aunque no tengan mucho que ver con lo que te interesa, yo a veces le pido al celular que me diga qué es lo que estás escuchando porque obvio me quedo atrás, y me gusta ir sabiendo también qué cosas te gusta escuchar. Siempre he tratado de mostrarte cosas que me parecen relevantes o que son interesantes y lo he hecho desde que tengo la posibilidad, el otro día tu mamá me decía que ella pensaba que yo te había mostrado a la Amy Winehouse, aunque yo ni me acuerdo porque como siempre ando escuchando tantas cosas a veces me olvido de lo que reparto.
Estos días he pensado mucho en el orgullo, porque siento mucho orgullo de la persona en la que te has convertido, de tu curiosidad y de la forma en que te atiendes a ti misma, yo siento que eres muy inteligente y que tienes muchas cosas claras que yo logré descubrir cuando era mucho más grande, eso siempre me impresiona, hay muchas cosas sobre el autocuidado y las relaciones humanas que me demoré en entender y que veo que tú ya tienes claro, es muy lindo poder ver que eres tan grande aunque seas tan chica (bajita).
También siento tranquilidad, cuando eras chica y salía contigo entendía que, como estabas bajo mi cuidado yo tenía la responsabilidad de protegerte, algunas veces que te iba a buscar en el coche al centro sentía miedo de que algo saltara al frente y te pasara algo, tomaba muchas precauciones porque siempre pensaba "En mi turno no va a pasar algo porque no haya puesto suficiente atención". Cuando estabas más grande y caminabas nunca te soltaba la mano porque sabía que un par de segundos podría pasar cualquier cosa. Me acuerdo cuando me di cuenta de lo importante que es cuidar a alguien cuando estaba frente a una vitrina, tú querías seguir de largo y yo quería ver lo que había, y como no podía parar si no querías ni dejarte seguir sola entendí un poco del cansancio de la maternidad/paternidad, por qué de repente los mapadres tienen la mecha tan corta y hay cosas que les molestan más rápido y se enojan altiro por cosas que para uno no son tan importantes, es agotador cuidar a otra persona, a pesar de todo el amor que uno le tenga, por eso es lindo continuar queriéndose siento yo, construir lazos con las personas, porque dicen que la sangre tira, pero yo a estas alturas creo que la vida no es puro la biología, nuestros espíritus se caen bien y por eso nos seguimos juntando.
Estaba revisando las cosas que escribí antes y me da un poco de pudor por la forma de escribir, pero son cosas auténticas y me conociste comunicándome de esa forma, me llena mucho vernos cambiar y crecer, yo también he aprendido mucho contigo y me gustaría que nunca deje de pasar, viene tu último primer día de clases pero hay muchas cosas más siempre. Nos vemos.
Te dejo esta canción de una de mis bandas favoritas, Gossip.
